Solía decir el poeta, novelista y dramaturgo francés Victor Hugo que produce una «inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no la escucha». Afortunadamente, aquella resignación con la que uno de los autores más importantes del siglo XIX abordaba esta temática poco a poco está cambiando. Para entender un poco mejor esos cambios, veamos de qué se trata el pensamiento sostenible.

Por supuesto, lo primero es comprender que desde esas declaraciones de Víctor Hugo hasta la actualidad, los eventos y fenómenos naturales han dejado en claro que el planeta necesita ayuda. Cada vez son más las personas que se convencen de ello, y que están dispuestas a que existan vías de pensamiento orientadas a combatir el cambio climático y varios de sus principales síntomas, como el calentamiento global.

Los inicios del pensamiento sostenible

Ya desde hace siglos, referentes de la antigua Grecia como Hipócrates habían señalado la importancia de estudiar el comportamiento natural de las cosas que nos rodean. Hablaba de los cambios de las estaciones y cómo eso podía tener una influencia decisiva en la salud humana. Transcurrido el tiempo, con la revolución industrial y la explotación máxima de los recursos de la Tierra, esa necesidad de estar pendientes constantemente de los indicios del planeta se hizo aún más evidente. En las últimas cinco décadas, el pensamiento sostenible encarna y representa los ideales de millones de personas. Es la evolución de la ecología científica planteada en 1937 por Arthur George Tansley.

Fue justamente aquel botánico británico el primero que insistió en adoptar el término ecosistema para referirse a las interacciones que se dan entre las diversas especies que habitamos el planeta. Por cuestiones obvias, los seres humanos estamos obligados a cuidar de todas las otras.

De la mano de aquello, nació también la filosofía medioambiental, una rama del pensamiento que pretendía hacer frente a los múltiples desafíos planteados por el siglo XX y que, ya de cara a este siglo XXI, urge en el objetivo de defender el planeta y todos sus recursos.

¿Qué significa el pensamiento sostenible hoy?

Ante los retos actuales, el ecologismo o pensamiento ecológico puede traducirse como una inquietud política y hasta filosófica como respuesta al daño permanente que sufre el medio ambiente. Desde manifestaciones con gran cobertura mediática, como las que realizó la joven sueca Greta Thunberg hasta otras que no tienen espacio en los medios de comunicación, es alta la demanda por algunas respuestas concretas.

Y no es casual, en absoluto, que sean los jóvenes los que más insistan en la solicitud de una contestación a las muchas preguntas abiertas. Indican que los estados, las empresas y las instituciones que se mueven entre ellos deberían mostrar cuáles son sus planes para detener paulatinamente el cambio climático. Y algunos de sus esfuerzos han dado resultados en tratados como por ejemplo el Acuerdo de París.

Mientras el devenir de la humanidad esté en juego, y a medida que se hagan más y más notorias las consecuencias de desoír a la naturaleza, mayores serán las probabilidades de que el pensamiento sostenible se convierta en el imperante en los círculos sociales ya no sólo de jóvenes.