La cecina de León, el emblemático y milenario embutido ahumado que se elabora con carne de vacuno, ha entrado hoy en el Libro Guinness de los Récords después de que decenas de profesionales hayan conseguido el mayor corte a cuchillo de este producto, más de 283 kilogramos.
En total han sido necesario 73 cortadores profesionales llegados de toda España, capitaneados por el leonés Agustín Risueño, que durante más de tres horas se han afanado para lograr el récord con el apoyo de una veintena de voluntarios.
Había que superar los 250 kilogramos de cecina cortada a cuchillo, pero este cantidad ha sido superada ampliamente ya que al final se ha certificado un peso de 283,1 kilos.
Tras lograrse el récord, el alcalde de la ciudad, Antonio Silván ha dado las gracias a todos los que han hecho posible este récord Guinnes que “contribuye a difundir la ciudad y la provincia por medio de un producto emblemático como es nuestra cecina”.
Un reto que sólo dos capitales gastronómicas -León ostenta este año el título de Capital Española de la Gastronomía- han conseguido hasta el momento: Toledo en 2016 con el jamón y Burgos en 2013 con la morcilla.
El corte de cecina a cuchillo ha estado controlado en todo momento por un acreditador oficial del Record Guinness, de habla hispana y procedente de Londres.
Todas las piezas de cecina, de entre cinco y seis kilos, han sido facilitadas por los productores asociados a la Indicación Geográfica Protegida (IPG) de este producto.
La cecina cortada se ha distribuido posteriormente en platos que tenían un coste de dos euros y cuya recaudación se destinará a fines benéficos.
La delimitación geográfica de elaboración de la cecina de León, según el Reglamento del Consejo Regulador, comprende única y exclusivamente la provincia, cuyo clima, típicamente seco, con inviernos muy fríos y largo período de heladas, facilita su elaboración.
La materia prima utilizada en la elaboración de la cecina, según el Reglamento del Consejo Regulador de la IGP cecina de León es la relativa a los despieces de los cuartos traseros de ganado vacuno mayor de un mínimo de cinco años y de un peso vivo mínimo de cuatrocientos kilos, procedente preferentemente de razas bovinas autóctonas de Castilla y León.
Los porcentajes de las razas utilizadas se sitúan en un 43,5 % la raza rubia gallega, un 37,5 % la pardo alpina, y un 16 % la frisona.
Extraído de la web oficial de la FEPET.